Nem vált be? Semmi gond! Nálunk 30 napon belül visszaküldheti
Ajándékutalvánnyal nem nyúlhat mellé. A megajándékozott az ajándékutalványért bármit választhat kínálatunkból.
30 nap a termék visszaküldésére
Desde niño, Rao Pingru tenía talento para la pintura. Nunca asistió aclases, pero le gustaba dibujar figuras e ideogramas en un mundosujeto al imperio de los signos: la escritura, la caligrafía y lailustración con tinta y acuarela. Cuando el 19 de marzo de 2008, trassesenta años de vida en común, su esposa fallece a causa de unaenfermedad, la única forma que encuentra Pingru de apaciguar el dolorlacerante es dejar a sus nietos constancia de sus recuerdos porescrito y en forma de dibujos. Cuatro años después, esa veintena decuadernos dieron cuerpo a este libro extraordinario.Se llamaba Meitang y fue para él como un ancla en un mundoembravecido. Se conocieron muy jóvenes, el amor floreció lentamente yestaban destinados a formar una pareja normal, como tantas otras. Sinembargo, el turbulento siglo XX les reservaba un camino lleno deescollos. Primero, defender a su país ante la invasión japonesa,luego, tras la boda, luchar contra los comunistas insurrectosliderados por Mao Zedong, y más tarde, tras la derrota y el ingreso en un campo de reeducación, vivir separados durante más de veinte años,hasta que el cambio de régimen abrió la puerta al ansiadoreencuentro.A pesar del dramatismo de la historia, Rao Pingru se resiste a caer en la amargura y a dejarse arrastrar por el rencor. De alguna forma, halogrado preservar la mirada inocente, abierta y limpia del niño quenos encontramos al inicio de estas páginas, y que, al final de lalectura, nos transmite con diáfana honestidad su inmenso amor por lavida.